Justicia ‘ciega’

Me despierto y al ojear RÉCORD me encuentro con una noticia inconcebible: se ha suspendido seis partido a cinco jugadores (tres de América y dos de Cruz Azul) por una pelea digan de cualquier primaria de México, es decir llena de jalones y cachetadas. No se mucho de leyes, pero si de lo que es tomar decisiones pensadas y con criterio, algo que ha demostrado la Federación Mexicana no tener en este caso .
La justicia en el deporte debe buscar curar las heridas tan vigorosamente como su impartición, y al señor Alfonso Sabater, encargado de la comisión disciplinaria, parece que esto no le importó y sólo se dedicó a aplicar un reglamento previamente establecido, ya que dice basar su decisión en las sagradas leyes de FIFA, sin utilizar lo único que lo diferencia de una computadora: el criterio.
¿Es posible que por unos empujones después del partido cinco jugadores se vayan seis juegos suspendidos, y cuando se tira una plancha y le rompen la pierna a un compañero de profesión se den generalmente tres partidos? Sabater volvería a decir “es el reglamento”… señor, seamos serios, mójese un poquito. Además quien inicio la gresca, Diego Cervantes, no es castigado porque no se dice nada de esto en la ‘cédula toda poderosa’.
Parece que es más fácil reunirse por unas horas a tomar café, reírse un poco y leer sólo un informe realizado por el árbitro del encuentro, que analizar fotos (como las publicadas por RÉCORD donde se ve claramente que Cervantes inicia todo dando un ‘cariñito’ en la cara a Sabah), el video del partido y las declaraciones dadas por las partes sobre lo acontecido. Según el periódico (para sorpresa de Sabater) Cervantes aceptaba “haber metido las manos” en la pelea y el titular de la disciplinaria ni por enterado de esto.
El árbitro no tiene la culpa de no reportar a más agresores en el acta del juego o exactamente lo que ocurrió. Cualquiera que haya visto la pelea en un primer momento no puede ver más de dos o tres manoteos en la ‘bola’. Por esto resulta ridículo sólo basarse en este testimonia para tomar una decisión que a quien finalmente afecta es al espectáculo, ya que Cruz Azul pierde a su referente en el ataque y un mermado América a hombres claves.
Hace unos días en un partido de pretemporada de baseball en Estados Unidos entre los Yankees y Tampa Bay se dio una pelea muy parecida a la vivida en el Estadio Azul, donde tras una agresión de un jugador neoyorquino se vaciaron las bancas y ambos equipos se dieron unos cuantos cariñitos.



Al final se sancionó a dos jugadores de Nueva York con tres juegos y al de Tampa (el agredido) con dos encuentros, en una liga donde se juegan 162 partidos no 17 como en el fut mexicano.
La decisión no se basó sólo en la información de los umpires, sino en videos de lo ocurrido. ¿Es tan difícil hacer esto en México? Si les resulta demasiado complicado, yo tengo una videocasetera y la grabación del juego, además del RÉCORD del lunes donde salen las fotos.
También resulta ridículo y muy cuestionable es que los reglamentos se apliquen a conveniencia de las partes. Ahora que se habla de castigar a jugadores se toma la palabra de FIFA a rajatabla, pero en otras cuestiones de mayor trascendencia, como es el caso de los promotores (donde el máximo organismo del futbol señala que no pueden trabajar si no tienen licencia y aquí se les permite hacerlo) o el de que un mismo dueño no pueda tener más de un equipo (saludos a Televisa), no pasa nada.
Quieren dar una sanción ejemplar, pues primero pongan el ejemplo y hagan su trabajo bien. Ni en mis días de estudiante de primaria por una pelea así me hubieran dado más de un día de suspensión.